Lo que acaba de pasar con el joven
Higüey, República Dominicana – En un emotivo giro de los acontecimientos, William José Moya, un valiente hombre de 32 años que ha enfrentado desafíos considerables debido a su discapacidad, ha logrado encontrar empleo gracias a la generosidad de su comunidad y la intervención de la Fundación Qvitae.
La vida de Moya cambió drásticamente en 2017, cuando sufrió graves lesiones en un incendio que afectaron la movilidad de uno de sus brazos. Sin embargo, en lugar de dejarse vencer por las adversidades, encontró su inspiración en ayudar a su madre, quien lucha contra la diabetes, y en contribuir económicamente al bienestar de su hogar en Higüey.
La Fundación Qvitae, bajo el liderazgo de Rafael Pichardo, se convirtió en un faro de esperanza para Moya y otros dominicanos con discapacidades. Esta organización sin fines de lucro se dedica apasionadamente a fomentar la inclusión laboral en el país. Tras conocer la historia de Moya, la fundación tomó acción inmediata y se embarcó en la misión de encontrarle un empleo que le permitiera trabajar de forma remota, teniendo en cuenta sus habilidades únicas.
Pichardo anunció que están en proceso de coordinación para integrar a Moya en una empresa que le permitirá desempeñar tareas de programación y entrada de datos desde la comodidad de su hogar. Además, se le proporcionará capacitación para asegurarse de que esté completamente preparado para sus responsabilidades futuras.
Este logro es especialmente significativo dado que, según estadísticas alarmantes, aproximadamente el 67% de los 1.5 millones de dominicanos con discapacidades no tienen acceso a un empleo digno. Gisela Eusebio, presidenta de la Fundación Gissell Eusebio Life Transformer, subrayó la importancia de impulsar la empleabilidad de las personas con discapacidades desde una perspectiva de derechos humanos en lugar de asistencia social.
La labor incansable de la Fundación Qvitae no se limita solo a la búsqueda de empleo. También se dedican a la orientación vocacional en escuelas de diversos niveles socioeconómicos. Hasta la fecha, han impactado positivamente en la vida de seis mil estudiantes, con un impresionante 85% de ellos residiendo en la República Dominicana y el resto en los Estados Unidos.
En última instancia, la historia de William José Moya destaca el poder de la comunidad y las organizaciones comprometidas en cambiar vidas y crear oportunidades. Su historia es un recordatorio inspirador de que, con determinación y apoyo adecuado, las personas con discapacidades pueden superar desafíos y contribuir de manera significativa a la sociedad.