NO GUARDES OBJETOS DE ALGUIEN QUE FALLECIO

El objetivo principal es liberarte rápidamente de las pertenencias del fallecido, no solo porque no las necesitas, sino también porque mantenerlas puede evocar constantemente el daño emocional que esa persona pudo haber causado. Al desprenderte de estos objetos, te aseguras de que tu tranquilidad no se vea perturbada por estos recordatorios.

Si tienes ropa que pertenecía al fallecido, lo mejor es deshacerte de ella. Una buena opción es regalarla a alguien ajeno a tu entorno, de manera que no la veas más. Además, es importante mantener fuera de tu vista los regalos que te haya dado. No es necesario tenerlos constantemente presentes en tu vida. En el pasado, se creía que guardar los objetos de los muertos o de aquellos que ya no están presentes podría prolongar su estancia o apresurar su regreso.

La razón fundamental para no conservar los artículos de alguien fallecido radica en el proceso de duelo. En terapia, observamos con frecuencia cómo evitar el dolor constante y pretender que no ha ocurrido nada puede convertirse en una trampa para el duelo. A corto plazo, puede parecer que el dolor ha disminuido, ya que los dolientes no tienen acceso constante a los recuerdos del difunto al ver sus pertenencias.

Sin embargo, a largo plazo, el dolor no expresado, así como los sentimientos y pensamientos relacionados con el proceso de duelo, se reprimirán. No permitas que esta represión y falta de espacio complicen tu proceso de duelo.

Realizar cambios significativos en tu hogar o en tu habitación después de la pérdida puede dar la sensación de que estás apresurándote a aceptar lo sucedido y adaptarte a ello. Además, este tipo de transformaciones pueden crear una situación artificial que intenta mitigar el dolor que normalmente lleva tiempo procesar.

Incluso para aquellos que creen en la influencia de las energías negativas, es importante destacar que los objetos asociados a la persona fallecida pueden generar sentimientos de resentimiento o miedo, lo cual se considera una mala energía. Por lo tanto, es esencial eliminar estos objetos de tu hogar, evitando así lo que te molesta y te afecta emocionalmente.

Recuerda que tu hogar debe ser un lugar seguro y confortable, ya que pasas la mayor parte del tiempo en él. Si tomas la decisión de deshacerte de los objetos relacionados con la persona fallecida, estarás creando un espacio propicio para tu bienestar y el de las personas que te rodean. No subestimes el poder de permitirte expresar tu duelo y liberarte de las cargas emocionales que estos objetos pueden representar.

En resumen, guardar los objetos de alguien fallecido puede obstaculizar tu proceso de duelo y prolongar el dolor emocional. Deshacerte de estas pertenencias te permitirá avanzar y encontrar la paz interior necesaria.